INTRODUCCIÓN
La
educación del siglo XXI no ha sido ajena a la revolución digital y a las
consecuencias de incorporar el uso de las TIC en el ejercicio diario, viéndose
trastocada por el modelo económico de globalización y la instalación de una
sociedad del conocimiento.
Dominados
por la inmediatez, la masificación y el desdeño de la introspección; el acceso
instantáneo a la información, ha generado una tendencia al manejo y difusión
irreflexiva de los contenidos que circulan por la internet, ya que se valora
mayormente los aspectos cuantitativos del conocimiento por encima de los
cualitativos, redundando en una pérdida paulatina de la sabiduría (Dinamarca, 2011).
En
este devenir, la ética respecto al uso de las TIC o “tecnoética” se resalta en
un sinfín de tópicos, como la privacidad, la neutralidad, la brecha digital, el
delito cibernético y la transparencia, entre muchos otros {Olcott
Jr, 2015, Ética y Educación en la era digital: perspectivas globales y
estrategias para la transformación local en Cataluña}(Olcott Jr, Carrera Farran, Gallardo Echenique, &
González Martínez, 2015). Debido a que el
actuar de los sujetos no siempre es bueno, y que las acciones de una persona
pueden causar un daño, es menester de la educación –y de sus actores-
contribuir al fortalecimiento de los principios y valores universales, con el
ánimo de conducir el uso de las TIC a un aprovechamiento constructivo y
positivo orientado al progreso y evolución de la sociedad del conocimiento (Fainholc, 2015), sin
embargo, la enseñanza de la tecnoética no es una labor simple, menos aun cuando
los sujetos de aprendizaje son jóvenes adultos, y éstos se encuentran en
distintas latitudes al mismo tiempo.
En tal
sentido, se propone hacer uso de una herramienta tecnológica conectivista, como
el Webinar, para conjuntar de forma sincrónica a diversos actores sociales, en
un escenario que trascienda el aula tradicional, con el objetivo de construir
conocimientos significativos en torno a la tecnoética, entendiendo cómo esta se
liga a las redes sociales y los entornos virtuales, impactando elocuentemente la
evolución de la sociedad del conocimiento.
La
elección de un Webinar no ha sido al azar, pues ésta obedece a que funciona
como una herramienta de comunicación bidireccional y de respuesta inmediata, que
favorece el aprendizaje relevante y alienta la participación colectiva (Nambo, 2011)..
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